Una bandera sola


Por Amanda Pedrozo Cibils (Asunción/Paraguay)

Si me dejaran aquí
sin enterrarme, en la plaza de mi pueblo,
de mi pueblo regando con su llanto
mi cadáver, mi cadáver abierto
hasta los huesos
si por cada estampida de metralla
me naciera una flor como una espada
o como mil banderas.
Si me dejaran aquí
sin enterrarme, en la plaza de mi pueblo,
y pudiera entonces seguir gritando
los nombres de mi gente que insomnes
yacen, con la boca en la tierra
y con el ansia intacta,
si me dejaran aquí
sin enterrarme, en la plaza de mi pueblo,
sería tu nombre, Honduras,
la voz que levantara de la muerte
a los caídos de frente a los metales.
Si me dejaran aquí
sin enterrarme, en la plaza de mi pueblo
aún sin enterrarme, déjenme levantar mi voz
de sangre seca
para rasgar a gritos esas manos
las manos que disparan las metrallas
las metrallas sin remedio y sin lástima ni credo,
las manos que asesinan a mi pueblo,
a mi tierra que devuelve en cantos, flores,
cada muerte, cada estampido
y que sigue gritando los nombres
de la patria, los sucesivos nombres
de mi gente que llega, que viene corriendo
desde piedras y desde yuyales
con la bandera al hombro a los morideros
porque los muertos de Honduras
no se callan, por eso no me entierren,
aún no me entierren, compañeros.
y si me dejaran aquí
sin enterrarme, en la plaza de mi pueblo,
yo vería al cabo con mis ojos muertos
a mi gente liberada, gritando liberada
tu nombre, Honduras:
¡La patria no se vende! ¡El pueblo no se calla!
¡Latinoamérica es una! ¡Una bandera sola!

3 comentarios:

  1. AY mi Amanda, què poema¡ !cuànta garra!deberìan dejarnos a los poetas poner orden, limpiar la casa... ¿verdad?

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  2. Tu poema es un canto a Latinoamérica. Puedo escucharte Amanda

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  3. Desgarrador, ay Amanda quién el mundo no sería capaz de amar a tu patria Honduras

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