El surco


Por Lucrecia Cossio (Salta/Argentina)

El surco atraviesa el terreno.
Las garras mecánicas
lo muerden todo y claro: lo desgarran

Cuántas noches en vela

Cuántos árboles caídos

Cuántos quemados o descuartizados

Cuántas ramas sin sol

Cuántas hojas sin ojos que miren al cielo
Cuántos retoños sin vida ni tumba que los nombre

¡Cuánto maldito silencio!

Para la Hondura de este surco, no hay sol ni luna que refleje la nada.
Pero en las corrientes subterráneas, late todavía el corazón del agua.

1 comentario:

  1. Lucre, querida, tu acento es como el agua que socava la piedra. Lenta, dulce y mortífera.

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